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sábado, 14 de septiembre de 2013

TESTIGO

En la Ley se declaró vez tras vez la prohibición del Creador sobre el ingerir sangre para sostenerse la vida. La sangre es la vida; así que no deben comer la vida junto con la carne. Lo que deben hacer es derramarla en la tierra como agua. No la coman, y les irá bien a ustedes y a sus hijos por hacer lo recto. (Deuteronomio 12:23-35, VP; 15:23; Levítico 7:26, 27; Ezequiel 33:25)”[i]

La razón por la cual los testigos de Jehová no aceptan las transfusiones es que aducen que recibir sangre es como ingerirla, comerla. Y como ciertamente existen versículos que expresan que comer sangre es comer la vida o el alma, ellos creen tener motivo para no aceptar estas prácticas.

Ahora bien, ¿qué dice la Escritura exactamente?

En Levítico 17:10 se nos declara: “Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo”. Y en el capítulo tres, verso diecisiete del mismo libro dice: “Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.”

Ahora bien, pudiéramos seguir citando versos aquí que hablen de la sangre y encontraremos que todos hablan de lo mismo: no comer sangre. Si el testigo de Jehová señala que la prohibición es porque no puede beberse la sangre, habrá que especificarle que la Biblia nada habla al respecto. ¿Dice la Biblia que no se beba sangre? En lo absoluto. En las prohibiciones que hay respecto a la sangre lo que se nos dice es que no comamos la sangre, queriendo especificar con ello que no comamos carne con sangre:

Dice la Palabra de Dios: “… decidles que me traigan cada uno su vaca, y cada cual su oveja, y degolladlas aquí, y comed; y no pequéis contra Jehová comiendo la carne con la sangre”. (1Samuel 14:34) En otro texto dice: “No comeréis cosa alguna con sangre.” (Lev 19:26) Y en Deuteronomio habla: “Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.” (15:23)

Es común que el testigo cite el Nuevo Testamento para apoyar su teoría con respecto a la sangre, y específicamente citará hechos 15:28 y 29. Como ya se dijo antes, el capítulo 15 de hechos presenta a los principales líderes de la iglesia primitiva acordando sobre las leyes judías y los gentiles. Ahora bien, qué dice exactamente el texto?

“que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.” (Hechos 15:29)

Este verso, como muchos otros más, no habla de beber sangre como puede querer inferir el testigo, sino de “comer” la carne con la sangre. Tal prohibición se recalcó el concilio de Jerusalén. Lo que no se explica es qué relación pueda tener todas estas cosas con las transfusiones, y puede verse que ninguna. Tal vez por razones de salud Dios quiso que así fuera, pero no habla nada de las transfusiones.

La Biblia admite en un pasaje muy bien conocido el hecho de beber sangre, y aunque no lo establezca de manera literal, ¿permitirá el Señor alguna contradicción en su Palabra?

“…Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto…” (Mateo 26: 27,28)

De por sí, Dios no nos acepta por lo que comamos, como dice: “Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.” (1Corintios 8:8).



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